Alérgenos alimentarios: Intolerancias, alergias y cómo proteger tu salud
Algunas personas pueden experimentar sensibilidad a ciertos alimentos, incluso cuando estos son inofensivos para la mayoría. Estas reacciones pueden clasificarse en tres tipos: intolerancias alimentarias, enfermedades mediadas por el sistema inmunológico (como la enfermedad celíaca) y alergias alimentarias. A continuación, explicaremos cada una de estas condiciones en detalle.
1. Intolerancias alimentarias
Las intolerancias alimentarias ocurren cuando el cuerpo tiene dificultad para digerir un alimento o uno de sus componentes. Un ejemplo común es la intolerancia a la lactosa, que puede causar síntomas como náuseas, diarrea y dolor abdominal.
2. Enfermedad celiaca
La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune en la que el consumo de gluten, una proteína presente en el trigo, el centeno y la cebada, desencadena una reacción inflamatoria en el intestino delgado, afectando la absorción de nutrientes.
3. Alergias alimentarias
En una alergia alimentaria, el sistema inmunitario identifica un componente del alimento (el alérgeno) como una amenaza y reacciona agresivamente, causando diversos síntomas. Estas reacciones pueden variar desde leves, como picazón, hasta graves, como dificultad para respirar.
¿Qué es un alérgeno alimentario?
Un alérgeno alimentario es una sustancia, generalmente una proteína, presente en un alimento que desencadena una respuesta inmunitaria en personas susceptibles. Aunque existen más de 160 alimentos que pueden causar reacciones alérgicas, la mayoría de las alergias alimentarias se deben a 9 alimentos principales y sus derivados: leche, huevo, pescado, mariscos, maní , soya, trigo, frutos secos de árbol (nueces, almendras, avellanas, etc.) y sésamo (ajonjolí). Sin embargo, cualquier alimento puede potencialmente causar una alergia.
Síntomas comunes de las alergias alimentarias
Los síntomas de una alergia alimentaria pueden variar en intensidad, desde molestias leves hasta reacciones potencialmente mortales. Generalmente, aparecen entre unos minutos y dos horas después de la ingestión o el contacto con el alérgeno. Los más comunes incluyen:
- Hormigueo o picazón en la boca.
- Dolor abdominal, náuseas, diarrea o vómitos.
- Urticaria o enrojecimiento de la piel.
- Dificultad para respirar o congestión nasal.
- Hinchazón en labios, lengua, cara o garganta.
- Mareos o desmayos.
Anafilaxia: una emergencia médica
La anafilaxia es una reacción alérgica severa que requiere atención médica inmediata. Sus síntomas incluyen:
- Constricción de las vías respiratorias.
- Inflamación en la garganta.
- Pulso acelerado y presión arterial baja.
- Mareos o pérdida de conocimiento.
¿Cómo evitar una reacción alérgica?
La única forma de evitar una reacción alérgica es no consumir el alimento que contiene el alérgeno. Aquí hay algunos consejos prácticos:
- Leer etiquetas: Buscá advertencias como «puede contener trazas de…» o los alérgenos resaltados en negrita.
- Certificaciones: Algunas empresas adquieren certificaciones, como la NSF, que garantizan productos libres de ciertos alérgenos, como el gluten.
- Preparación en casa:
- Usar utensilios exclusivos para la persona alérgica.
- Preparar alimentos en horarios diferentes y limpiar bien las superficies, utensilios y manos antes de cocinar.
- Almacenar alimentos para personas alérgicas en un área separada.
Consejos para comer fuera de casa
- Consultar: Preguntá si el restaurante tiene medidas para evitar el contacto cruzado y si pueden ofrecer opciones seguras.
- Área separada: Verificá si cuentan con un espacio y utensilios exclusivos para preparar alimentos libres de alérgenos.
- Informar: Llevar una tarjeta con información detallada de las alergias para compartir con el chef o el personal de cocina.
- Comunicación clara: Asegurate de explicar tus necesidades específicas para evitar malentendidos.
Importancia de un diagnóstico profesional
Es fundamental que un médico o especialista evalúe y diagnostique correctamente cualquier reacción alimentaria. Eliminar alimentos de la dieta sin una razón justificada puede llevar a deficiencias nutricionales y malnutrición. Por lo tanto, siempre consultá con un profesional antes de hacer cambios significativos en tu alimentación.
Conocer y gestionar las alergias alimentarias es esencial para prevenir reacciones adversas y mantener una buena calidad de vida. Adoptar medidas preventivas en casa y fuera de ella, junto con una comunicación adecuada, garantiza una mayor seguridad para las personas alérgicas.